Comunicado a la Comunidad Universitaria y a la opinión pública

La vida nos pone retos, a veces fáciles, a veces difíciles. En los fáciles hemos estado todos los días, desde que comenzamos en agosto del 2012 a construir esta etapa de la Universidad que tenemos hoy y que nos ha dado tantas satisfacciones: un camino desbrozado hacia la acreditación de alta calidad

La vida nos pone retos, a veces fáciles, a veces difíciles. En los fáciles hemos estado todos los días, desde que comenzamos en agosto del 2012 a construir esta etapa de la Universidad que tenemos hoy y que nos ha dado tantas satisfacciones: un camino desbrozado hacia la acreditación de alta calidad, un puesto meritorio en la investigación no solo en Colombia sino en el mundo, la construcción de una relación con el sector externo que cada vez nos da más satisfacciones, una internacionalización con la que transcendemos fronteras y le mostramos al exterior lo que hacemos y en donde venimos labrado un futuro, un campus virtual que hoy en día nos muestra como una de las universidades más sólidas del país, y el logro de una mayor formalización, esencial para consolidar la gobernabilidad.

Pero la vida está llena de contingencias. Algunas desencadenadas por nosotros mismos, como el cambio climático que nos trae enormes retos para el futuro y en el cual hemos empezado a trabajar con denuedo buscando sacar adelante el uso cada vez mayor de las energías renovables y la protección de nuestros recursos naturales; otros producidos por la naturaleza, los que se muestran a veces incontenibles y causan grandes devastaciones. De muchos de ellos, un país como Colombia se ha visto en no pocas ocasiones protegido, como es el caso de los huracanes, los maremotos, y los tsunami, que han asolado países vecinos o lejanos.

Ahora surge un mal, o una oportunidad, que resulta de fenómenos que todavía no controlamos, y que tienen algo en el cual el azar juega imponderables. Un virus, el coronavirus, que se relaciona con procesos gripales, bronquitis y neumonías, y con una terrible enfermedad, el Síndrome Agudo Respiratorio (SAR). Ahora aparece como una variedad diferente a las que conocíamos, el Covid 19, cuyos familiares existen desde hace milenios, y que para el caso que nos ocupa se puede reproducir en varias especies de murciélagos, no sabemos con qué mortalidad, que coloniza a los cerdos mordidos por el vampiro y a otras especies de animales domésticos y llega finalmente a los humanos en la ciudad de Wuhan en China, en diciembre del 2019 con una saña impredecible.

Este virus, viene causando estragos en China y de ahí se ha extendido por el mundo; es de un contagio desbordante y nos está obligando a tomar decisiones que ni siquiera imaginábamos, o que consciente o inconscientemente veníamos aplazando, en cortos periodos de tiempo. El único mecanismo viable en el momento para contenerlo es el aislamiento de las personas y por ello, la Universidad de Santander, respetando las decisiones del Gobierno y las autoridades de salud, y comprometida con la salud y el bienestar de la comunidad universitaria, ha decidido suspender las clases presenciales, fortalecer con rapidez procesos educativos mediados por la virtualidad a través de teleconferencias y aulas extendidas a partir del uso de diversas plataformas interactivas, e incorporar el teletrabajo como una herramienta que exige responsabilidad, pero que es innovadora para la educación en Colombia y que promueve la confianza y la autorregulación al interior de la universidad.

No hemos parado ni un instante; las directivas analizan, planifican y orientan, los profesores se capacitan en estas metodologías, los estudiantes reciben la información en los portales creados para el efecto, ubicados en la página WEB; se reemplazan los modelos, pero las exigencias de calidad y de resultados se mantienen. Estamos frente a la mayor oportunidad de la Educación en el país, en medio de incertidumbres sí, pero con el espíritu siempre en alto, haciendo uso de la solidaridad y el trabajo en equipo, compartiendo con las demás universidades las experiencias de todos, destinando los recursos que sean necesarios y haciendo los sacrificios que se requieran para que el país salga adelante. Además, con el ejemplo de los médicos y el personal de salud, que exponen sus vidas, para tratar de salvar las nuestras.

El momento, más para todos los santandereanos es: “ni un paso atrás, siempre adelante”, así lo canta el más bello himno que existe en el país y de ese modo lo declaramos nosotros con el monumento que exalta a los Comuneros en el campus universitario. La hora es de trabajo, de imaginación, de innovación, de solidaridad, para ser capaces de demostrar que no somos inferiores a los héroes que nos dieron la libertad, muchos de los cuales murieron para que fuéramos una sociedad culta, formada en la ciencia y forjada en las luchas. Demostremos que somos dignos de Manuela Beltrán y José Antonio Galán.

Atentamente,

Jaime Restrepo Cuartas 
Rector General