De cerca de 4 mil sismos registrados este año en Santander, solo 16 han superado los 4 grados de magnitud

El Observatorio Sismológico del Nororiente Colombiano (OSNOC) en lo corrido del año 2023 ha registrado casi 4.000 eventos sísmicos, de los cuales solo 16 han superado la magnitud de 4.0 y solo tres una magnitud mayor de 5.

Tres de los temblores registrados este año han tenido una magnitud mayor a 5.0. Uno de ellos ocurrió el pasado domingo 28 de mayo, alcanzando una magnitud de 5.7 grados, que ha sido el mayor registrado durante este año, superando el sismo de 5.5 ocurrido el 10 de marzo de este mismo año (Los santos, 150 km de profundidad), y uno de 5.2 el 15 de febrero (Zapatoca, 143 km de profundidad).

El sismo más fuerte registrado en la región en los últimos años ocurrió el 10 de marzo de 2015 con una magnitud de 7.

El OSNOC es un proyecto conjunto entre la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), el Servicio Geológico Colombiano y la Universidad de Santander.

De esta manera, se realiza un seguimiento constante a la actividad sísmica en la región, a través de ocho estaciones de la red CDMB y cuatro estaciones asignadas por el SGC (Servicio Geológico Colombiano). Las estaciones sismológicas están distribuidas en la meseta de Bucaramanga y municipios aledaños. Esta información se analiza desde el centro de monitoreo ubicado en el campus de la UDES, desde donde registran las características de los eventos sísmicos para poder tener las respectivas estadísticas.

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Actividad sísmica en mayo

Según la información preliminar correspondiente a mayo, durante lo corrido de este mes en Santander se han registrado 721 eventos sísmicos con magnitud superior a 2.0.
En su mayoría, estos sismos han tenido su epicentro en Los Santos (425 sismos) y Zapatoca (86 sismos). Estos son los 10 sismos más fuertes reportados en este periodo:

 

¿Por qué tiembla tanto en Santander?

Bucaramanga y su área metropolitana se encuentran en constante actividad sísmica, debido a que estamos ubicados cerca de una zona de alta sismicidad conocida como el “Nido sísmico de Bucaramanga”.

Esta zona es llamada de esta manera porque en este punto es liberada energía periódicamente en forma de sismos por la subducción de las placas Nazca y Caribe bajo la placa suramericana.

Los sismos que ocurren en esta región son catalogados como profundos, ya que ocurren aproximadamente a una profundidad entre los 120 km y 150 km, y corresponden al 60% de la actividad sísmica que ocurre en todo el país. Normalmente, se registran un promedio de 10 a 20 sismos diarios con magnitudes con una magnitud promedio de 2.0 a 3.0, que por lo tanto son imperceptibles para la mayoría de ciudadanos.

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No es tan común que los sismos originados en este nido sísmico superen magnitudes de 5.0, pero el hecho que estemos en constante actividad sísmica nos indica que la ocurrencia de un sismo de tal magnitud o mayor es poco probable, pues nos encontramos en constante liberación de energía.

Es decir, el nido sísmico actúa como un atenuador de eventos sísmicos superficiales que sí podrían representar un riesgo sísmico para la población, por eso si tomamos en cuenta la profundidad a la que estos sismos ocurren podríamos tener un parte de tranquilidad. Toda esa energía liberada al llegar a la superficie podría sentirse con menor intensidad en las distintas poblaciones cercanas al epicentro, aunque también al ser tan profundos la onda sísmica podría recorrer mayor distancia y es cuando los sismos generados en el nido sísmico de Bucaramanga son percibidos en regiones como Bogotá o Antioquia, que fue lo que ocurrió el pasado domingo 28 de mayo con el sismo de 5.7 a una profundidad de 152 km con epicentro cercano a la población de los Santos (Santander).

¿Se pueden predecir los sismos?

Los sismos hasta el momento no se pueden predecir, pues hasta ahora no existen métodos que permitan precisar cuándo ocurrirá alguno de estos eventos. Aunque existen diferentes creencias populares, como que el clima, especialmente en temporadas de verano sería una señal de que va a ocurrir un sismo, no existe evidencia científica que lo demuestre.

En este sentido, el OSNOC afirma que el clima y los sismos son dos fenómenos naturales muy diferentes. Un sismo ocurre por factores geodinámicos al interior de la Tierra, mientras que las temporadas de calor son fenómenos hidrometereológicos. Por lo tanto, hasta el momento no hay estudios que comprueben una relación directa entre la temperatura y ocurrencia de un sismo.

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